En el proceso de evolución de Internet, hemos experimentado una realidad a menudo ignorada: las numerosas acciones digitales de los usuarios no han recibido la compensación que merecen. Al mirar hacia la era de Web2, ya sean años de interacción en redes sociales o la gran cantidad de creación de contenido, la plataforma nunca ha compartido los beneficios con los usuarios.
Sin embargo, con la llegada de Web3, esta situación parece no haber cambiado fundamentalmente. Los usuarios siguen contribuyendo su tiempo y esfuerzo sin compensación. Sin embargo, un proyecto llamado ERA está desafiando este modelo arraigado, otorgando un nuevo valor a las acciones en cadena de los usuarios.
En la filosofía de ERA, la identidad en la cadena de los usuarios es mucho más que una fría dirección de billetera. Representa todo el rastro de comportamiento y la reputación acumulada del usuario en el mundo de la blockchain. Esto incluye, pero no se limita a, las transacciones de activos en las que el usuario ha participado, sus preferencias de interacción en diferentes campos y sus contribuciones en varias redes de prueba.
La innovación de ERA radica en convertir estos datos de comportamiento que parecen dispersos en activos cuantificables y negociables. Tiene en cuenta cada acción del usuario, como dar me gusta, publicar, compartir, guardar y comentar, y a través del análisis y registro, los transforma en un nuevo tipo de "activo de comportamiento".
Este activo está estrechamente vinculado a la identidad en cadena del usuario, no solo puede servir como base para obtener recompensas en el futuro, sino que también puede afectar la precisión de las recomendaciones de tareas e incluso convertirse en una referencia importante para la evaluación del crédito. A través de este enfoque, ERA está redefiniendo el valor de los usuarios de Web3.
En el ecosistema de ERA, los usuarios ya no son individuos anónimos y desconocidos, sino portadores de valor con etiquetas, pesos y mecanismos de incentivos específicos. Esta transformación traerá cambios en muchos escenarios prácticos, como la asignación de tareas de airdrop, que ya no se limitará a unos pocos influenciadores o contactos, sino que podría beneficiar a un mayor número de usuarios comunes que realizan contribuciones valiosas.
La aparición de ERA marca el desarrollo de un ecosistema Web3 hacia una dirección más justa y motivadora. No solo redefine el comportamiento del usuario, sino que también representa una profunda transformación del modelo de economía digital en su conjunto. En esta nueva era, cada acción en cadena de cada usuario puede convertirse en un activo valioso. Esta transformación podría cambiar completamente la forma en que interactuamos con el mundo digital.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
10 me gusta
Recompensa
10
5
Compartir
Comentar
0/400
SchrodingerWallet
· hace18h
Parece que mi minería de tipo limpieza ahora tiene valor.
Ver originalesResponder0
0xSleepDeprived
· hace21h
Otra vez vienen a aprovecharse de tontos
Ver originalesResponder0
RektCoaster
· hace21h
Otra vez en el juego de activos, los jugadores de DAO no pueden ser desestimados.
Ver originalesResponder0
WalletInspector
· hace21h
¿Otra vez van a tomar a la gente por tonta, verdad?
En el proceso de evolución de Internet, hemos experimentado una realidad a menudo ignorada: las numerosas acciones digitales de los usuarios no han recibido la compensación que merecen. Al mirar hacia la era de Web2, ya sean años de interacción en redes sociales o la gran cantidad de creación de contenido, la plataforma nunca ha compartido los beneficios con los usuarios.
Sin embargo, con la llegada de Web3, esta situación parece no haber cambiado fundamentalmente. Los usuarios siguen contribuyendo su tiempo y esfuerzo sin compensación. Sin embargo, un proyecto llamado ERA está desafiando este modelo arraigado, otorgando un nuevo valor a las acciones en cadena de los usuarios.
En la filosofía de ERA, la identidad en la cadena de los usuarios es mucho más que una fría dirección de billetera. Representa todo el rastro de comportamiento y la reputación acumulada del usuario en el mundo de la blockchain. Esto incluye, pero no se limita a, las transacciones de activos en las que el usuario ha participado, sus preferencias de interacción en diferentes campos y sus contribuciones en varias redes de prueba.
La innovación de ERA radica en convertir estos datos de comportamiento que parecen dispersos en activos cuantificables y negociables. Tiene en cuenta cada acción del usuario, como dar me gusta, publicar, compartir, guardar y comentar, y a través del análisis y registro, los transforma en un nuevo tipo de "activo de comportamiento".
Este activo está estrechamente vinculado a la identidad en cadena del usuario, no solo puede servir como base para obtener recompensas en el futuro, sino que también puede afectar la precisión de las recomendaciones de tareas e incluso convertirse en una referencia importante para la evaluación del crédito. A través de este enfoque, ERA está redefiniendo el valor de los usuarios de Web3.
En el ecosistema de ERA, los usuarios ya no son individuos anónimos y desconocidos, sino portadores de valor con etiquetas, pesos y mecanismos de incentivos específicos. Esta transformación traerá cambios en muchos escenarios prácticos, como la asignación de tareas de airdrop, que ya no se limitará a unos pocos influenciadores o contactos, sino que podría beneficiar a un mayor número de usuarios comunes que realizan contribuciones valiosas.
La aparición de ERA marca el desarrollo de un ecosistema Web3 hacia una dirección más justa y motivadora. No solo redefine el comportamiento del usuario, sino que también representa una profunda transformación del modelo de economía digital en su conjunto. En esta nueva era, cada acción en cadena de cada usuario puede convertirse en un activo valioso. Esta transformación podría cambiar completamente la forma en que interactuamos con el mundo digital.