La Tasa Anual Equivalente (APR, por sus siglas en inglés) es un indicador clave para evaluar tanto la rentabilidad de las inversiones como el coste de los préstamos en las finanzas tradicionales y en el sector de las criptomonedas. En el ámbito financiero tradicional, la APR refleja el porcentaje anual que un prestatario abona en intereses y comisiones sobre el capital principal. En el ecosistema cripto, la APR se asocia habitualmente con el rendimiento anualizado procedente de actividades como el staking, los protocolos de préstamos y la minería de liquidez en DeFi. Como referencia estandarizada, la APR permite comparar fácilmente los rendimientos de diversos proyectos y actúa como indicador fundamental para analizar la rentabilidad de los activos digitales.
La APR se determina según el método de interés simple, sin tener en cuenta los efectos de capitalización:
Fórmula básica: APR = (Interés obtenido / Capital invertido) × (365 / Días) × 100%
En los protocolos DeFi, la APR suele calcularse a partir de:
Ejemplo práctico de cálculo:
Diferencia respecto a la APY:
Tanto la APR como la APY son métricas habituales, pero esencialmente distintas, para medir los rendimientos en inversiones cripto:
Diferencias en la metodología de cálculo:
Comparativa de valores:
Principales usos:
Comparación de fórmulas:
Ejemplo: Una APR del 10% con capitalización diaria genera una APY aproximada del 10,52%. Si la capitalización es horaria, la APY sigue situándose en torno al 10,52%.
La APR se aplica en distintos ámbitos dentro del ecosistema de las criptomonedas:
Rendimientos por staking:
Plataformas de préstamos:
Provisión de liquidez (LP):
Yield farming:
Depósitos en stablecoins:
Staking de tokens:
Al considerar la APR como métrica de inversión en criptomonedas, es importante tener en cuenta los siguientes riesgos y retos principales:
Riesgo de volatilidad del mercado:
Riesgo de protocolo:
Riesgo de liquidez:
Pérdida impermanente:
Sostenibilidad del proyecto:
Riesgo regulatorio:
Compartir